
«Yo me siento orgullosa de no haberle fallado a la joven que fui» Dora María Téllez
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Página 12 publica esta entrevista que Dora María Téllez le concede a Claudia Korol. Una vez más, en la historia del despojo y el abuso queda expuesto el absurdo que recurrente y cotidianamente se encubre tras modales, reglas, maquillajes, danzas cortesanas, rituales, discursos y toda la maquinaria institucional-estatal-patriarcal que roba, somete y extermina tras estas máscaras de pretendida -y desafortunadamente obedecida- legitimidad. La «toma del poder» como propósito revolucionario, en este caso en Nicaragua, pasó de derrotar con un sacrificio enorme a Anastasio Somoza, heredero de la dinastía tiránica, a la dictadura Daniel Ortega-Rosario Murillo. El absurdo más recientemente develado consiste en el poder negar la ciudadanía a través de un mecanismo constitucional y legal, a partir de señalarles como conspiradorxs y traidorxs a la patria a quienes han luchado por la libertad de su pueblo. El tirano no sólo destierra a sus propixs compas de otros tiempo, sino que le ha dado muerte en prisión a quien consiguiera liberarlo de las cárceles somocistas. Nadie se doblegó ni se arrepintió en la cárcel y por ello el tirano recurre a una maniobra legalista para negar el arraigo y la pertenencia. Es la debilidad del régimen la que queda expuesta, su repugnante y despreciable pantomima. Es también, la debilidad inamovible y terca de la ortodoxia de «izquierda» que aún sigue apoyando al régimen y contra toda evidencia, llamándolo revolucionario y enemigo del imperialismo norteamericano al que sin duda alguna está aliado, como bien lo expone el texto de Waslala que también compartimos abajo junto con la excelente entrevista radial con Federica Scarfó, militante feminista Nicaraguense.
Pero Dora María Téllez ahora como antes responde frente a su pueblo porque puede mirarse a la cara sin necesidad de maquillajes ni retóricas. Ella sí puede conversar con la joven que luchó contra un dictador y lo sigue haciendo, mientras que el tirano Ortega no podría hablar con el joven revolucionario que fue porque hoy, como lo señala Dora María, es él mismo un dictador. Solamente resaltamos con respeto y admiración su ejemplo y entereza y por ello compartimos con ganas de que llegue a todas partes y a todos los corazones su palabra y su vida aún ahora, en estos momentos de más dolor, de incertidumbre, de persecución. Que quede su disciplina reclamando la nuestra y también, como siempre, el valor que ha tenido siempre -no nos lo contaron, nos consta- para criticar y criticarse, para cuestionar y cuestionarse, para impedir ser capturada por dogmatismos, por prebendas y por cargos. Acá mismo señala con firmeza: «una parte de la sociedad nicaragüense quiere y ha querido un hombre fuerte, una dictadura realmente, pero “su” dictadura«.
La revolución Sandinista, su heroísmo, su triunfo en 1979 desataron cadenas e hicieron posibles caminos de libertad en condiciones más que adversas. Hoy, a la distancia y frente al destierro burocrático decretado por la dictadura, reiteramos lo que también nos inspira Nicaragua: que uno no se toma el poder, porque es el poder el que se lo toma a uno. Tumbar la dictadura por cualquier medio es una bocanada de aire y alegría, pero no basta, hay que liberarse también del orden institucional, sus trampas y sus dispositivos que capturan y engañan, como bien lo sabemos, mucho más allá y más acá de Nicaragua. Más de un caudillo hoy, no podrían siquiera darle la cara al joven revolucionario que fueron. Algunos lo saben y lo han dicho abiertamente. Hay que dejar de querer un hombre fuerte, un cargo y una institucionalidad que pretende suplantar desde los estados y los gobiernos a los pueblos. Ortega-Murillo decretan el destierro porque se puede confundir el arraigo con un derecho y un decreto en el mundo de los estados, mientras que en el mundo postergado de los pueblos con los territorios, el arraigo no lo reconocen ni lo niegan leyes y gobiernos. Dora María Téllez en una cárcel oscura y aislada o en la distancia del destierro es semilla que germina en su tierra y vuela en libertad.
Así Sí. Resistencias y Caminos. Pueblos en Camino
Marzo 3 de 2023