
Contra el despojo ¡pariremos la matria! 1
A propósito de la reciente publicación del libro Levantamientos populares Lo que está pendiente del colectivo Pueblos en Camino.
(Leída, a nombre de Mujeres y La Sexta, en el Jardín digital de la FCPS, Ciudad Universitaria, México, el 22 de noviembre de 2022)
Por Ana Claudia Molinari
Contra el olvido indómitos pasos
Contra el despojo pariremos la matria
Contra la guerra capitalista volveremos a casa
Resistiremos soñando con la luz recién nacida en el cuenco de un caracol Hasta que llegue el día en que incendiaremos el sistema
Contra el planeticidio del 1%
Una revolución anónima estallA! 2
Mujeres y La Sexta contribuyó con un pequeño texto para el libro impreso de Levantamientos populares, de reciente publicación. En ese artículo propusimos una hipótesis que es la siguiente:
Está ocurriendo en tiempo real y off line, una rebelión contra la guerra, la que el capital impone a los pueblos y a las mujeres. Y son justamente los indígenas y las mujeres sus protagonistas. Esta revolución anónima es de carácter mundial y transcultural. 3
1 “Pariremos la matria” es un verso de la poeta chilena Fanny Campo Espinoza.
2 Fuera del Canon, poemario colectivo, Ediciones del Espejo Somos, San Cristóbal de Las Casas, 2020. (Poetas: Fanny Campos Espinoza, Marian de la Paz, Giuliana Kierzs, Ana Claudia Molinari, Ana Negrete, Maria Guerra y Carolina Torres).
3 Transculturación es un concepto del antropólogo cubano Fernando Ortíz, que lo publicó en 1943. Es un concepto muy potente que la academia no retoma, quizá porque prefiere utilizar otros como “multicultural”. Posiblemente con el objetivo de conservar la idea de que hay culturas superiores. En cambio lo transcultural implica la no clasificación por grupos humanos, sino la aceptación de la co creación de formas culturales a partir de la colonización o del contacto con el otro.
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Sus focos rojos de creatividad se encuentran en Nuestra América; también en la geografía que alguna vez fue Mesopotamia y sus alrededores, en Euroasia y en amplias regiones del continente africano.
Esta revueltación planetaria se produce en la confluencia entre ciertos movimientos feministas comunitarios y las revoluciones indígenas en defensa por sus territorios, que históricamente ocurre, por vez primera, a finales del siglo XX. Es una rebelión emergente, en la medida en que el espacio web apareció como medio de comunicación y relación social transversal. Por supuesto está que, la vitalidad de la Tierra ya existía entre las mujeres conscientes y entre los pueblos indígenas desde hace demasiado tiempo, pero ambas vertientes de la lucha se encontraron en la red y se hizo posible la revuelta mundial, en un contexto de capitalismo del Oeste (donde gana el que dispara primero). La existencia de un medio de comunicación universal instantánea, tanto como la persecución y el despojo hacia las mujeres y los pueblos, detonaron esta revolución anónima.
En los pueblos zapatistas, las mujeres asumen un papel estructural, con su manera de entender la vida y sus organizaciones en favor de la armonía social, han contribuido a los logros comunitarios del EZLN. Modos de vida que implican convivir en paz (sin violencia machista, sin drogas y sin alcohol), educar a sus hijes en las artes y las ciencias, además de hacerlos partícipes de los deberes y las decisiones; estar de acuerdo en hacer trabajo comunitario y en compartir el gobierno común participando de la Asamblea. Este sistema aquí descrito de manera mínima, es posible gracias a que las mujeres organizadas así lo han decidido e implementado con sus familias. Y es un ejemplo vivo y funcional de cómo es posible producir vida, fuera del capitalismo hoy en día. ¿Por qué será tan difícil seguir su ejemplo?
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Sacar a la luz un libro siempre es una victoria. Levantamientos populares Lo que está pendiente (2022). De Manuel Rozental Klinger, coordinador, es de reconocerse. Aquí la publicación impresa de un libro que se subió a la web hace unos cuantos meses, por la Cátedra Jorge Alonso (la Universidad de Guadalajara y CIESAS Occidente). Sin embargo, ésta es, al parecer, una edición independiente y callejera de los coordinadores del seminario.
Edición impresa que es posible también, gracias a la colaboración de 6 colectivos, co publicadores, como Mujeres y La Sexta con Claudia Torres, que financiaron este libro, junto con Pueblos en Camino y Periódico Lucha Indígena, Pueblos Unidos, Brigada “Dr. Ignacio Martín Baró”, Nosotrxs lxs Indixs, En cortito que ́s pa ́ largo.
Felicidades por este logro de Pueblos en Camino, del que forman parte Vilma Almendra y Manuel Rozental. Colectivo nacido de diversas raíces y la voluntad de acompañar y discutir con las luchas de América Latina desde ese país centro del mundo que llamaron Colombia.
La revolución es anónima y requiere, por supuesto del conocimiento, pero no de un saber elitista que trabaja para reproducir el orden establecido. No del conocimiento que ya viene en paquetes de datos, que tiene como eje de dominación, la idea del autor individual en expansión, individualista y egoico, que “lucha” , pero por puntos, por prestigio, por ser publicado en revistas indexadas, para obtener mayor calificación en sus evaluaciones. Este libro, intenta salir de la lógica académica, si bien, esa es su matriz. Sus editores lo concibieron para ser una herramienta de reflexión entre los que luchan. Se agradece lo compartan de esta manera. Abre la puerta de este libro, un texto del gran Abdullah Öcalan. Maravilloso escritor y rebelde kurdo, preso en Turquía desde hace años. Prisión desde la cual ha escrito ideas necesarias de ser leídas por el mundo entero y que han aportado conocimiento a la revuelta del pueblo kurdo, como su libro más difundido, Jinology.
Levantamientos populares Lo que está pendiente, es sin duda una memoria necesaria para la reflexión, la autocrítica, la búsqueda de caminos que no se han abierto aun en las revueltas de América Latina. Es además una memoria de los saberes o las teorías con las que se estudia el fenómeno de los movimientos sociales, concebidos por esta Cátedra como “levantamientos populares”. Conceptos como pedagogía del terror, como método de opresión, o mafiosidad y gobierno, mafiocracia.
Levantamientos populares, es un libro que recupera la voz de actores de las luchas. Eso es poético, político, interesante, incluso hay hermosos versos insertos y poetas que son autores aquí. También hay teorías y análisis muy pertinentes acerca de los movimientos sociales (que nosotras llamamos “luchas”), porque hay mucho de etnografía del nosotrxs. Hay pluralidad de voces. Hay mujeres, feminismos y crítica a ciertos feminismos blancos. Un ancla que mira a Ecuador, por considerarlo un ejemplo de lucha y resistencia, pero que enfoca al mismo tiempo a Chile y a Colombia. Y es interesante notar, que ya para esta edición que festejamos, los editores incorporan voces colectivas de México y sus movimientos indígenas contra los Megaproyectos y de un colectivo zapatista. Lo que da entonces una dimensión continental de los problemas y desasosiegos a los que se enfrentan los pueblos de Nuestra América.
Hay ponencias magníficas. Podemos leer frases como: “El hambre es una decisión política, de la violación al derecho a la alimentación”, de Javier Antonio Arbeláez. Que se define como un neocampesino. Y concluye con que el centro de la sobrevivencia está en las semillas, el tema de la soberanía alimentaria, como condición indispensable. Las ollas comunitarias emergen por eso gloriosas y necesarias al sur del continente. Este artículo propone la idea de que “Resistir es una decisión política”. Porque para resistir es preciso tener muchas soberanías, entre ellas, la soberanía alimentaria: la importante decisión de un pueblo, una familia o persona, de cómo se quiere alimentar. Advierte un contexto de crisis del sistema urbano agro-industrial, donde el detonante del colapso civilizatorio, será el final de los combustibles fósiles.
Es una tesis colapsista, que desde la orilla nos previene: Entre más afuera del sistema estemos, más podremos sobrevivir al colapso. La agroecología, como llama a su método, nos aporta alternativas: Cultivar las semillas nativas y ser sus guardianes.
Por su parte, la ponencia de Alexander Panez, hace un prisma de todo lo que compartieron los participantes de la Cátedra. Su conclusión es triste: El horror se agudiza en el presente. Se normaliza el estado de excepción en casi todas partes del mundo. Este texto resulta una gran síntesis y crítica de lo que fueron los 7 seminarios de la Cátedra Jorge Alonso, dedicada al reflejo analítico y autocrítico, de diversos levantamientos populares.
“Nos estamos soltando”. El proceso de la revuelta en Chile, sintetiza Panez, desembocó en una salida concertada con los partidos políticos, quienes finalmente desactivaron el movimiento, lo entregaron, a cambio de la promesa de una constituyente. Misma que se constituyó y escribió la nueva carta magna, que contra todo pronóstico, no pudo ver la luz conforme al calendario. Ganó el Rechazo en referéndum a esta Constitución. Lo que significa que Chile sigue regido por una ley pinochetista o dictatorial.
Tras leer el libro completo, se advierte que todos los movimientos tienen necesidad de las redes de amistad o familiares; con prácticas de apoyo mutuo. Temas que los pueblos indígenas han resuelto y practicado desde la conquista hasta nuestros días: la comunidad. Y también nos da datos suficientes para reconocer el papel de las mujeres en todas las formas de “levantamientos populares”. En definitiva ¡Es un buen libro!
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En la interpandemia nebulosa de hoy, son los ciudadanos los que piden, gestionan y organizan el control sanitario mundial. ¡Esa es nuestra tragedia! Qué mejor escenario para aniquilar a toda aquella persona que ose ser algo diferente a un consumidor.
Los soldados están obligados a vacunarse. Pobre de aquél muerto de hambre que no se deje inocular, él mismo se transformará en un ex ciudadano, un deculturado lumpen, un peligro sanitario. Hello! ¡Sin pase sanitario no hay dólar!
Contra el olvido nos preguntamos ¿por qué las empresas y los gobiernos de casi todo el mundo están aferrados a cometer el crimen del despojo? Las relaciones sociales tienden a legitimar al máximo el concepto de “propiedad privada”. Los capitalistas ya son demasiado ricos, lo compran todo y por dialéctica, a todo, incluso al aire, lo transforman en mercancía. Un primer signo de los tiempos es el constante enfrentamiento de unos contra otros, lo que llaman “la polarización de las sociedades”. Sociedades divididas por las ideologías concretadas en instituciones, como las religiones o los partidos políticos (cuyos líderes y cúpulas están unidos en los intereses económicos, porque en ese campo no hay tal división, ambos hacen negocio con las farmacéuticas y los armamentistas). Es que en el ring de la era pos pandemia, pelearán Banqueros contra Vaqueros; será una suerte de segunda guerra civil de los Estados Unidos de América, que antecede la era del gobierno cibernético mundial.
Sin vacuna, no hay lugar en la democracia. Pero ¡No problema! Todos quieren tiktokear y tener un número de pasaporte de Salubriker. Mientras la democracia comienza a mostrarse sin sus máscaras habituales y se deja ver intolerante, desgastada y milica. Hay dos puertas en el cielo. O estás con los vaqueros, o estás con los banqueros. Los demás somos carroña del infamando y en la oscuridad, germinamos. La globalización quedó atrás. Lo de hoy es guerra híbrida y nacionalismos nazis.
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Hoy, la geometría política oscila entre la derecha democrática y el fascismo. Las izquierdas están reconvertidas en agentes electorales, jugando en las canchas del enemigo, con las reglas del capital financierista y beliócrata. Puede usted colocar perfectamente en este espectro, a su
partido de izquierda preferido. Las izquierdas del mundo han desaparecido, porque desde algún aparato electrónico, nos indujeron miedo y el pánico justificó nuestro más mezquino egoísmo.
Priva una sensación de desesperanza en la gente de hoy. Los vaqueros han salido a disparar. Los banqueros, otorgan financiamiento para el armamentismo.
El despojo es el crimen original que está en la base económica de las guerras actuales. El arrebato original de los territorios originales. Pero también, el aniquilamiento de luchadores sociales, periodistas, madres buscadoras, mujeres; hoy en día opera una política de exterminio de todo aquel que desmantele la mentira del sistema, la farsa de la democracia, toda aquella que se resista a seguir siendo parte de tramas de dominación machista y que será asesinada por ello. Feminicidio. Apatía e incapacidad de reaccionar. Desinformación. Pos verdad. Eso caracteriza a la sociedad capitalista del presente.
Hoy, la guerra es permanente, preventiva, legitimada, híbrida, contra los pueblos, las mujeres, lo femenino, los animales, las diversidades, lo plural, la naturaleza, la galaxia.
La guerra es el motor del capital. Los Estados-nación se refuncionalizan, mas no desparecen todavía. Ya no son la garantía de una soberanía territorial, pero son los gerentes del capital financiero beliócrata.
Lo de hoy es la persecución, legitimada por la pandemia, del diferente, del migrante, disidente, periodista, de mujeres, niñas, todo aquel que se oponga a la lógica del mercado, enemigo de la seguridad sanitaria y la democracia.
¿ Estrés pos traumático continuado, síndrome de pos pandemia o simple adaptación interpandémica?
La guerra internacional (mundial) de Rusia contra Ucrania inició apenas declinado el riesgo sanitario. Es un segundo acto. Continuamos. Pero en el fondo de esta guerra está EuroAsia, una alianza económica entre Rusia y China, que no conviene a las cuentas de Estados Unidos. Este último país actuó como provocador incisivo de esta guerra. Empoderada, Ucrania
cruzó los límites permitidos por la diplomacia de la seguridad rusa y Putin, se lanzó a la aventura belicista perdiendo toda perspectiva humanista, en contra de la vida. Un coctel que explotó y nos tiene a todos los habitantes del planeta en detrimento de nuestras vidas, en riesgo real de una guerra nuclear. Las consecuencias concretas de esta guerra: encarecimiento de combustibles y alimento, granos. Hambruna mundial, crisis vitales como Haití o Cuba en el Caribe.
Todas las guerras internacionales son en realidad guerras de Estado. Como debe serlo para Rusia lo ha de ser para Ucrania y detrás de esta palabra debe leerse Occidente. La guerra expansionista de EU ha vuelto a encender su aparato con voz de viejo histérico. Israel bombardea impunemente a los palestinos y Turquía hace lo correspondiente contra los kurdos en Siria, mientras todos los pacifistas de última hora, han volteado sus cuellos a condenar a Rusia y a boicotear productos, empresas, comercios, arte, literatura. Vaya, en la pos pandemia, el oscurantismo es vanguardia.
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En México el odio es un mandato que se dicta de arriba abajo.
Ningún pacifista de última hora se indigna porque a las personas se le desaparezca en este país. No se dejará de estrenar Wakanga aunque se asesine a 11 mujeres cada día. O ¿Ya son 13? México es una guerra de sicarios emparentados.
Se desangra ante la indiferencia del mundo, “El ultimo de los países mágicos” 4.
La marea que se lleva las toneladas de huesos. Todo México es La Bartolina. 5 México es un negocio redondo. Por eso la gente respetable, mira para otro lado…
Vivos los llevaron Alerta socavón Vivas nos queremos Alerta de temblor
El golpe de Estado mundial
ha puesto su oficina entre las milpas Y sin embargo
nos movemos ¡La lucha sigue!
El grito rompe el bozal
Todavía jilotea el maíz en México Tenoxtitlan.
4 “El último de los países mágicos” , llamó el poeta Pablo Neruda a México, en su poema dedicado a este país.
5 La Bartolina es una playa en Tamaulipas, al noreste de CDMX, donde se han depositado en los últimos años, toneladas de huesos humanos, sin identificar, degradados, molidos. Para que se pierdan en el oleaje y así borrar las huellas del genocidio. Uno más grande y criminal, que el perpetrado durante la colonia española, que respetó la vida de los indios y les permitió vivir en los pueblos de misión.
Pedidos a mujeresyla6a@gmail.com.